Las mascarillas se han convertido en un reto para la economía circular. Vestimos la camiseta de la sostenibilidad, pero pocas veces lo hacemos de una manera comprometida.
Cada mes en España hay más de 600 millones de mascarillas en circulación. Según el informe anual de la fundación Ecomar, aproximadamente un 1% de ellas termina en el mar, 72 millones al año, que tardarán más de 300 en desaparecer. El resto serán incineradas en vertederos junto con los demás restos no reciclables.
Las empresas de fabricación textil nos hemos adaptado a las nuevas exigencias, sin embargo, la mayor parte de las mascarillas que se consumen siguen siendo un objeto efímero de usar y tirar, con una vida útil de entre 4 y 8 horas. Prácticamente desde que las sacamos de la bolsa se consideran residuos.
En BEMask somos conscientes del volumen de restos sanitarios que generamos, por ello, nuestro compromiso es trabajar para reducir al máximo los desperdicios ofreciendo un producto de calidad reciclado y reciclable.